Alloza

Este dibujante, de línea precisa y clara, fue una figura clave en varias publicaciones al estallar la Guerra Civil ya que lideró su colectivización y preservó su existencia, además de dirigir L'Esquella de la Torratxa y ejercer de vicepresidente del Sindicat de Dibuixants Professionals.

Nacido en Aragón, su familia se trasladó a Barcelona a principios del siglo XX para encontrar trabajo y mejorar sus condiciones de vida. El joven Alloza ya demostraba talento y aptitudes para el dibujo, pero se formó como perito industrial en la Escuela Industrial de Terrassa. Posteriormente también estudió en la Llotja, donde se formó en grabado, acuarela y pintura al óleo, complementando su afición por el dibujo, la ilustración y la caricatura.

Publicó su primer dibujo en la revista Xut! en 1924, y pronto le siguieron otras caricaturas e ilustraciones que hizo para revistas como Papitu, Lecturas, L'Esquella de la Torratxa y El Nandu o las madrileñas Buen Humor y Gutiérrez.

Militante del partido comunista, con la llegada de la República en 1931 decidió dedicarse profesionalmente únicamente al dibujo. Intensificó entonces su actividad artística y podemos seguir su obra por múltiples publicaciones como La Campana de Gracia, El Be Negre o diarios como La Noche, El Diluvio, El Día Gráfico, La Humanitat o La Rambla, cada vez con un estilo más depurado y personal. Asimismo trabajó para varias editoriales como Juventud, Tasso o Layetana.

Durante los días posteriores al 18 de julio, con el estallido de la Guerra, tomó la iniciativa de requisar L'Esquella de la Torratxa y Papitu, publicaciones donde colaboraba. Posteriormente pasarían a la tutela del Sindicato de Dibujantes, pero este hecho salvó la vida de dichas revistas, lo que no ocurrió con otras publicaciones como Xut! o El Be Negre que dejaron de aparecer. Con la Guerra, la actividad de Alloza aún se intensificó más. Fue nombrado vicepresidente del Sindicato de Dibujantes Profesionales, formó parte de la Agrupación Profesional de Periodistas de la UGT, ganó un concurso de carteles de la Generalitat de Cataluña y dirigió L'Esquella de la Torratxa, además de dibujar para otras revistas como Meridià y Juliol o los diarios Treball y La Vanguardia, donde intentó crear un suplemento de humor que tuvo pocos números titulado Humor. Finalmente se incorporó al ejército de la República y fue al frente, donde luchó en la batalla del Ebro. Con la derrota republicana, tuvo que marchar al exilio.

Se fue a Francia y fue internado en el campo de Argelès. Consiguió llegar hasta París, donde hizo una exposición de revistas y, según las investigaciones de Jordi Artigas, que el seudónimo Saff para dibujar en Le Rire, Regards, L'Image du Jour, Màrius y la revista Catalunya. De París se marchó hacia la República Dominicana, donde desplegó una intensa actividad como pintor, ilustrador y dibujante. En 1944 se instaló definitivamente en Caracas, Venezuela, donde en 1949 obtuvo el título de periodista de la Universidad Central de Venezuela. Realizó múltiples exposiciones, también hizo dibujos para muchos libros y siguió vinculado a iniciativas de exiliados españoles para denunciar el régimen fascista de Franco. Allí también colaboró en diversos medios: revistas como Elite, Figuras, Venezuela Gráfica, El Gallo Peleón, Bohemia o la importante revista Tricolor, en la que colaboró durante 25 años, y diarios como El Nacional, Últimas Noticias, La Esfera, El Heraldo, La Tarde o La Calle.

Publicaciones: Catalunya, Bohemia (Cuba), Buen Humor, El Be Negre, El Día Gráfico, El Diluvio, El Gallo peleón (Venezuela), El Morrocoy Azul (Santo Domingo), El Nandu, Elite (Venezuela), Fantoches (Santo Domingo), Figuras (Venezuela), Gutiérrez, Juliol, La Campana de Gràcia, La Humanitat, La Noche, La Rambla, La Vanguardia, L'Esquella de la Torratxa, L'Image du Jour, Màrius, Meridià, Papitu, Le Rire, Regards, Treball, Tricolor (Venezuela), Venezuela Gráfica, Xut!