Don José

En 1955 el crítico taurino Gregorio Corrochano, propietario y director del diario España de Tánger (por aquel entonces, la ciudad estaba bajo soberanía española), lanzó un semanario dirigido por el dibujante Antonio Mingote, a quien secundaba el periodista Antonio Laborde, con la pretensión de disputar a La Codorniz su hegemonía en el ámbito de los periódicos humorísticos. La competencia no sentó nada bien a la que se auto-proclamaba decana de la prensa humorística y en su número 772, bajo el título Un discípulo: «Don José», acusó al recién venido de estar mayoritariamente formado por “desertores” suyos “nacidos de huevos incubados bajo las plumas de la pechuga de nuestro pájaro” y de “haberse inspirado demasiado en nuestros clásicos patrones” hasta el punto de que “vemos constantemente en Don José trabajos que han sido publicados ya en La Codorniz”. La publicación española, imprimida en Tánger pero cuya redacción radicaba en la calle Hortaleza número 7 de Madrid, replicó en su número 51 diciendo que los clásicos patrones de los que hablaba el semanario rival no eran de su invención, pues cuando “La Codorniz no había salido de su cascarón ya existían las parodias periodísticas (léase Gutiérrez), las fotografías comentadas (léase La Ametralladora), las bonitas canciones (vuelva a leerse La Ametralladora), los diálogos estúpidos (léase La Ametralladora) y etcétera, etcétera (léase La Gramática Española)”, y que, puestos a buscar inspiraciones ajenas, el actual director de la decana “se hizo pollo bajo las plumas de la pechuga de La Codorniz de Miguel Mihura”.

El primer número de Don José apareció el 13 de octubre de 1955, constaba de 32 páginas, medía 33 x 24 cm., estaba impreso a dos tintas en la portada y la contraportada (en el interior sólo unas pocas páginas a dos tintas rompían el blanco y negro), costaba tres pesetas y anunciaba en su artículo de presentación: “Don José es un señor como usted y como yo, que va a reunir cada semana un puñado de cosas graciosas con la pretensión de que lo pasemos lo mejor posible. (...) Este señor es un señor corriente, pero tirando a fino, y no va a poner ninguna gracia ordinaria o vulgar”.

El primer plantel de dibujantes lo integraban principalmente Antonio Mingote, Antonio de Lara Tono, Lorenzo Goñi, Josep Escobar, Fernando Puig Rosado, José Peñarroya, Andrés Martínez de León y Juan Ballesta. Posteriormente se incorporaron Alfonso Abelenda, Spín, Sein, Julio Cebrián, Enrique Oliván Oli, Miguel Gila, Dávila, Santiago Racaj, Antonio Madrigal, Máximo San Juan, Leopardo Anchoriz, Manuel Zatarain Zata y Manuel Garrido, entre otros.

Los escritos humorísticos primeramente corrieron a cargo de Enrique Laborde, Edgar Neville, Jorge Llopis, Alfonso Paso, Jaime de Armiñán, Edward Burkes, Juan Pérez Creus, Adolfo Prego, Gloria Van Aersen y Fernando Sesma. Luego se sumaron otras firmas como Antonio Ozores, Alfredo Marquerie, Julio Laguilat, Juan Bonet y José Luís Coll.

Antonio Mingote, que dibujaba casi la totalidad de las portadas, abandonó la dirección de Don José en el número 107, aunque siguió colaborando en el semanario, que murió el 20 de marzo de 1958, a la edad de 128 números.

Principales colaboradores: Antonio Mingote, Antonio de Lara Tono, Lorenzo Goñi, Josep Escobar, Fernando Puig Rosado, José Peñarroya, Andrés Martínez de León, Juan Ballesta, Alfonso Abelenda, Spín, Sein, Julio Cebrián, Enrique Oliván Oli, Miguel Gila, Dávila, Santiago Racaj, Antonio Madrigal, Leopardo Anchoriz, Manuel Garrido, Manuel Zatarain Zata, Máximo San Juan.