Anem

Lluís era el tercer hermano de la familia Elias y Bracons. Hermano de Feliu, dibujante y crítico de arte, y de Francesc, ceramista, Lluís se interesó también por el dibujo de humor y por la cerámica, pero acabaría destacando en el campo de la dramaturgia con varios éxitos en los escenarios catalanes, que aún hoy día se representan entre las compañías de teatro no profesional.

Como dibujante, a pesar de la traza y la gracia de sus dibujos y su humor desenfadado, siempre quedó eclipsado por la figura de su hermano, Apa. Los dibujos de Apa tenían un trazo contundente y un humor severo, mordaz y moralizante; en contraste, los dibujos de su hermano Lluís eran de trazo más ligero, casi apresurado, y los chistes buscaban más la risa que la carga satírica o moral, manteniendo siempre un tono divertido y desenfadado. La influencia de Apa queda, sin embargo, patente en toda su obra humorística, e incluso en la elección del seudónimo Anem (que en castellano sería “Vamos”), que liga con Apa en la típica locución catalana “Apa, anem!” (o sea, “Ale, vamos!”).

Publicó en L'Esquella de la Torratxa, Papitu, Cuca Fera, Nanu, La Piula, Visca!, El Carrer, Iberia, La Campana de Gràcia, y en el periódico L’Opinió, y durante la República formó parte, junto con Shum, Benigani, Marcel·lí Porta, Helios Gómez y Bartolí, del Grup dels 6, una especie de agrupación de dibujantes reivindicativos que se convirtió en el embrión del Sindicato de Dibujantes Profesionales.

Residió en París durante la dictadura de Primo de Rivera y escribió un nomenclátor ilustrado de manufacturas y marcas de cerámica. En los años de la República inició su carrera de dramaturgo, con comedias que llegaron a alcanzar bastante éxito popular, como Madame (1932), o Lilí vol viure (1935). Su relación con los escenarios se mantendría después de la Guerra Civil con nuevos éxitos como Bala perduda (1951), o Joc de dames (1952).

Publicaciones: La Campana de Gràcia, El Carrer, L'Esquella de la Torratxa, Nanu, Papitu, La Piula, L'Opinió.