Marcel·lí Porta
Marcel·lí Porta

Nombre real: Marcel·lí Porta i Fernada

Nacimiento: Barcelona (España) 1900.

Defunción: Ciudad de México (México) 03/10/1959.

País: España

Enlaces: Auca de la innoble i trista militarada feixista Universitat de Barcelona, Cartellistes, Dibuixant amb l'Esquerra. Els ninotaires de la premsa d'ERC durant la República - Academia.edu (PDF), Enciclopèdia Catalana, Obra completa: Cicle de l'exili I. L'exiliada, dietari de l'exili, 1939-1940 - Google Books, Ropto, Viquipèdia,

Artículos:

Els dibuixants antifeixistes. Joan Commeleran, V.B.. Mirador. 1936

El Sindicat de Dibuixants Professionals. Redacció. L’Esquella de la Torratxa, número 2936. 1936

Bibliografía:

Potau, Joan. Marcel.lí Porta, el darrer adéu. En La Humanitat. (3a.etapa, núm.5). Mèxic. 30/11/1959

Capdevila, Jaume. L'Esquella de la Torratxa (1879-1939). Seixanta anys d'història catalana. . Efadós. El Papiol. 2013

Bladé Desumvila, Artur. L'Exiliada (Vol.II, Cicle de l'exili). . Cossetània Edicions. Barcelona. 2006

Cuadrado, Jesús. Atlas español de la cultura popular. De la historieta y su uso. . Editorial Sinsentido. Madrid. 2000

Fontseré, Carles. Memòries d'un cartellista català (1931-1939). . Editorial Pòrtic. Barcelona. 1995

Solà-Dachs, Lluís. Història dels diaris en català (Barcelona, 1879-1976). . EDHASA. Barcelona. 1978

Solà i Dachs, Lluís. L'humor català. 3 vols.. Bruguera. Barcelona. 1972

Torrent, Joan; Tasis, Rafael. Història de la premsa catalana. 2 vol.. Bruguera. Barcelona. 1966

Francés, José ; Il·lustracions de M. Porta. La cabeza del rey. . UME. Mèxic. 1959

Marcel·lí Porta

Como sucede con muchos artistas nacidos en los años del cambio de siglo, la fecha de nacimiento de Marcel·lí Porta no está del todo clara. La mayoría de cronistas la situan en 1900, pero la Gran Enciclopèdia Catalana indica el año 1903, y 1979 como la fecha de su muerte, aunque esta última sí se conoce con exactitud contrastada, y fue en 1959. Sin embargo, según documenta Santi Barjau, el mismo Porta rellenó un formulario de inmigración al llegar a México donde indicó 1898 como año de su nacimiento.

Marcel·lí Porta fue un gran cartelista e importante bohemio, de los que llenaban la noche de Barcelona antes de la Guerra Civil. A pesar de su aspecto peculiar (muchos de quienes lo conocieron lo calificaban de extravagante for su forma de vestir), fue uno de los personajes más queridos por sus colegas, como describe Artur Bladé en el libro L’Exiliada: “La seva autocaricatura ja fa pensar en una ceba amb ulleres. Porta no té un sol pèl al cap i amb prou feines a la cara. I és un cap petit en relació amb les ulleres, enormes. I la pipa que gasta. Petit també de còrpora, desmanegat, hi ha en els seus moviments i en el seu caminar alguna cosa de mecànic, d'autòmat. És un humorista que no he vist mai amoïnat, ni tan sols quan no té un rosegó de pa per matar la fam. De vegades fa la impressió de viure de l'aire.” [“Su autocaricatura ya recuerda a una cebolla con gafas. Porta no tiene ni un pelo en la cabeza, y apenas alguno en la cara. Y su cabeza es pequeña en relación a sus enormes gafas. Y esa pipa que gasta. Pequeño también de cuerpo, desmañado, hay en sus movimientos y andares algo mecánico, de autómata. Es un humorista a quien nunca he visto preocupado, ni siquiera cuando no tiene ni un mendrugo de pan para matar el hambre. A veces da la impresión de vivir del aire.”] A pesar de su aspecto afable, su humor era a menudo sarcástico, y el tipo de dibujos que realizaba no eran particularmente amables. Sus personajes tendían a ser angulosos.

De joven estudió Artes Plásticas en Barcelona, y en 1915 incluso recibió un premio que la Sociedad de Maestros Pintores concedía a los aprendices más despiertos. En 1918 realizó su primera colaboración en el semanario de corte independentista L’Intransigent (1918-1922), que en sus cuatro años de vida fue duramente perseguido y multado por las autoridades. Su director, Domènec Latorre, fue fusilado por tropas franquistas en 1939.

Porta alternó su vida bohemia con otras colaboraciones, y aparecieron dibujos suyos en semanarios satíricos como La Campana de Gràcia, L’Esquella de la Torratxa, los cuatro números de El Crit (1932) o en L’Opinió, periódico del partido Esquerra Republicana aparecido entre 1931 y 1934.

En el Salón de Humoristas de 1933 presentó, en la Galería Empòrium de Barcelona, un dibujo titulado Miss Romàntica 1933 que, con su sarcasmo habitual, representaba a un hombre vaciándole un porrón de vino en la boca a su mujer mientras le decía: “Té, beu, fins ara m'havies fet beure a galet tu a mi!”. [“¡Toma, bebe, que hasta ahora me habías hecho beber a chorro tú a mí!”] Y en 1934, en la Galería Syra, presentó otro en el que un león alzaba las patas delanteras para abalanzarse sobre el cazador y este, apuntándolo con su escopeta, lo malinterpretaba y decía: “Es veu que té por, perquè es posa mans enlaire”. [“Se ve que tiene miedo porque se pone manos arriba.”] Porta expuso de nuevo en el Salón de Otoño del año 1938, ya en plena Guerra Civil.

Formó parte de Els Sis, un grupo de pintores del que también formaban parte Alfons Vila (Shum), Josep Bartolí, Pascual Benigani, Feliu Elias (Apa) y Helios Gómez. Este grupo se integró en el Sindicato de Dibujantes Profesionales (SDP) fundado por Helios Gómez, y fue precisamente esta organización la que se hizo cargo del semanario sicalíptico Papitu al empezar la guerra. La última etapa de la revista duró solo 18 números, y Porta publicó varios dibujos, entre ellos Auca de la innoble i trista militarada feixista [Aleluya de la innoble y triste militarada fascista]. Pero su actividad principal durante la guerra fueron los carteles, entre los que destacó el que llevaba el lema “Feixisme no” que, realizado en octubre de 1936, representaba a un militar fascista de grandes bigotes con un sable mellado y sangrante que era agarrado por una mano enorme que lo aplastaba. Durante esa época se puso de moda realizar inscripciones y dibujos en los vagones de tren que, de esta manera, se convertían en propaganda itinerante. Porta se apuntó a esta actividad con entusiasmo.

Como era afín al ideario de Esquerra Republicana de Catalunya, al final de la guerra tuvo que exiliarse, y después de ser internado en el campo de refugiados de Barcarès en el Rosellón francés, pudo conseguir una plaza en la residencia de intelectuales de Montpellier (Lenguadoc-Rosellón), donde coincidió con un grupo de catalanes ilustres como Pompeu Fabra o Francesc Pujols, de quienes hizo muchas caricaturas. Uno de sus compañeros intelectuales, Artur Bladé, explica que Porta dormía en la recámara de una oficina en cuya puerta, bajo una autocaricatura, colgó un letrero que rezaba: “Porta, Dessinateur, Chez Moi” [“Porta, Dibujante, En mi casa”.] En Montpellier también participó en exposiciones colectivas en el Centro Cultural Catalán y en el Teatro Municipal

Finalmente, consiguió embarcarse rumbo a América y llegar a México, donde rápidamente se integró en las actividades del Orfeón Catalán de México, que fue prácticamente su hogar hasta el fin de su vida. De hecho, al morir, sin familia, dejó todos sus bienes a esta institución. Pronto empezó a participar con sus dibujos en varias publicaciones de exiliados como Mundo Socialismo y Libertad (1944), La Nostra Revista (1947) o Lletres (1948). En octubre de 1942 realizó una exposición de dibujos humorísticos en la Galería Arte y Decoración, y en 1953 realizó otra en el Ateneo Español. Mientras, para ganarse la vida, se dedicaba a pintar postales navideñas con motivos catalanes y mexicanos.

La ocupación principal de Porta durante la posguerra fue la ilustración de libros. En 1944 dibujó para el libro de Artur Bladé Geografia espiritual de Catalunya (segons les teories de Francesc Pujols) y para Els pollets de colors de Jordi Vallès, en 1945 para Joan Maragall, antologia poètica mínima, en 1946 para Mireia, poema provençal del premio Nobel Frederic Mistral, y en 1947 para Ciudad de madera del periodista Agustí Cabruja. Los años 1950 y 1951 realizó dibujos para los libros de Felip Salvador Contes d’Amèrica y para el poemario Raïm. Pocos meses antes de su muerte (1959) aún llegó a ilustrar La Cabeza del rey, de José M. Francés.

Porta havia probado todos los aspectos de la pintura, y también se había dedicado a la decoración y a la escenografía. Decoró la biblioteca del Orfeón Catalán de México, y la tienda de la Pastelería Suiza y, en el segundo aspecto, ejerció como escenógrafo en varias producciones representadas por la Sección Dramática del Orfeón. Como ya hemos dicho, consideraba el Orfeón como su casa, y en justa correspondencia, allí se le dedicaron dos grandes exposiciones de recuerdo y homenaje en los años 1979 y 1988.

Principales Publicaciones: El Crit, La Campana de Gràcia, L'Esquella de la Torratxa, L'Opinió, Papitu.

Compartir