Angelito

En esta serie, casi siempre muda, Manuel Vázquez creó la antítesis de lo que tenían que ser los niños por aquel entonces. La sociedad franquista quería niños bondadosos, obedientes y respetuosos con sus mayores. Angelito, contraviniendo su nombre, era todo lo contrario. El niño mostraba toda la mala baba del mundo y en cada historieta daba rienda suelta a la perversidad y la mala leche que todos llevamos dentro, y que casi siempre contenemos. El niño no se cortaba un pelo a la hora de ensañarse con animales o personas, prodigando unas gamberradas de órdago a diestro y a siniestro.

1964 era el año de conmemoración de los XXV años de paz, una ceremonia  de autobombo de la dictadura franquista que no concordaba en absoluto con el “arma de destrucción masiva” que representaba Angelito en los tebeos de Bruguera. La censura tomó cartas en el asunto y Manuel Vázquez tuvo que decantar los guiones de Angelito en dirección al surrealismo y la fantasía. La historieta ganó en riqueza visual, reforzada por la imaginación del autor. El pequeño protagonista llegó a interactuar con personajes que había dibujado en la pared y que cobraban vida. Como otras series de Vázquez, Angelito tuvo también muchas historietas apócrifas, realizadas por otros autores sin firmar.

En 1985 algunas de sus historietas originales fueron remontadas y utilizadas como portadas de la tercera época de Tío Vivo, reconvertida por entonces a una revista infantil. En 1986 Vázquez retomó a este personaje cambiando el título de la serie a Gu-gú para la revista Bichos (Compañía General de Ediciones), con el objetivo de evitar problemas de derechos con la Editorial Bruguera, que poseía la propiedad de la marca. En 1988 Vázquez volvió a dibujar a Gu-gú para algunas revistas de Ediciones B. En 1982, Gu-gú se convirtió en un cortometraje animado dirigido por Jordi Amorós. Como Angelito, este personaje apareció también en la película de Óscar Aibar El gran Vázquez (2010).

Personajes

Angelito
Es un bebé que se desplaza dando botes con su canastilla, un niño curioso que posee una especial mala leche y que no duda en practicar el arte del gamberrismo.