Tío Vivo (1ª època)
En 1957 cinco de los más importantes autores de las revistas de Editorial Bruguera se independizaron formando la empresa DER (Dibujantes y Editores Reunidos). Cifré (El repórter Tribulete), Conti (Carioco), Escobar (Carpanta, Zipi y Zape), Eugenio Giner (El inspector Dan) y Peñarroya (Don Pío), hartos del trato recibido por Bruguera y de tener que firmar contratos abusivos, se unieron a Josep María Freixa, dueño de la agencia y editorial Crisol, para crear la revista Tío Vivo. Cabecera de humor para adultos (dentro del orden permitido entonces por la censura franquista), Tío Vivo ofrecía varias secciones de textos, chistes gráficos y literarios, tiras humorísticas e historietas con nuevos personajes, realizadas básicamente por los cinco autores citados. Todos ellos crearon series pensadas expresamente para Tío Vivo, a excepción de Conti, que cambió el título de Apolino Tarúguez y su secretario al de Tarúguez y Cía., conservando los mismos personajes y situaciones (o sea, la explotación laboral que sufre Celedonio a manos de su jefe). En Lolita y Enrique se van a casar Giner hablaba de los problemas de una pareja de novios antes de la boda; Peñarroya, por su parte, volvía a ejercer una sutil crítica sobre la familia de clase media en La familia Pi; Cifré creó un nuevo personaje incauto y enamoradizo en Golondrino Pérez, y Escobar apostó por una punzante visión de las antiguamente conocidas como porteras de las fincas en Blasa, portera de su casa. Los cinco creadores de Tío Vivo consiguieron dotar a la revista de una calidad excepcional, tanto en textos como en historietas y chistes.
Durante esta primera etapa de Tío Vivo, la contraportada ofrecía chistes sueltos de personajes concretos, como Olimpio (Peñarroya), el caco Bonifacio (de Enrich, que pronto se convertiría en una serie de historietas), Raskalana (Pañella), el profesor Tenebro (Escobar), Fortunato y su perro (Conti) o Rosalía (Cifré).
Tío Vivo, cabecera que contaba con un diseño muy cuidado, fue desde un principio objetivo de acoso por parte de Bruguera, que no supo digerir la partida de algunos de sus mejores creadores. Un año después de su aparición, y con problemas financieros marcados por unas ventas reducidas, los cinco creadores de Tío Vivo volvieron a Editorial Bruguera, que les ofreció unas buenas condiciones. Tío Vivo continuó siendo publicada por Crisol con la dirección artística de Enrich y con nuevos colaboradores (Muntañola, Beltrán, Joso, Nabau), hasta que en 1960 la Editorial Bruguera compró la cabecera a Crisol, publicando los últimos 35 números de la revista.
El autor valenciano Paco Roca explicó la aventura de estos cinco autores y de Tío Vivo en la novela gráfica El invierno del dibujante (Astiberri, 2010).
Principales colaboradores: Cifré, Conti, Enrich, Escobar, Gin, Eugenio Giner, Joso, Josep Maria Lladó, Muntañola, Oli, Pañella, Peñarroya, Raf.
Principales personajes: Lolita y Enrique se van a casar (Giner); La familia Pi (Peñarroya); Tarúguez y Cía. (Conti); Golondrino Pérez (Cifré); Blasa, portera de su casa (Escobar); El caco Bonifacio (Enrich).