Eduardo

Siempre ha tenido más inclinación por la pintura, pero también ha realizado sus incursiones en el dibujo humorístico. En este aspecto, se inició en la mítica La Codorniz (1941-1978), donde dibujó hasta los años 70. Era un especialista en chistes sobre burgueses y sobre chicas modernas y sofisticadas. Jesús Cuadrado dijo en una ocasión que sus dibujos de chicas de piernas largas y costumbres ligeras tenían mucho mérito en plena dictadura, “en unos años de difícil camino para la osadía”. Cuando esta publicación cerró en 1978, un grupo de dibujantes emprendieron gestiones para su reapertura. Pero no sería hasta 12 años más tarde, en 1990, que obtendrían una respuesta positiva de las autoridades para poder publicar La Golondriz, del mismo talante que su predecesora, pero con una mayor permisividad gracias a las nuevas circunstancias políticas. Eduardo López, que mientras había ido publicando sus dibujos en el periódico Pueblo, participó también en la nueva publicación.

Como ya hemos dicho, a pesar de su trayectoria como dibujante, la pintura siempre ha sido su ocupación principal y le ha reportado varios reconocimientos como la medalla de plata en la Exposición Nacional de Arte de Zaragoza y una primera medalla en Almería, y ha hecho una serie de exposiciones en solitario en San Sebastián, Bilbao, Sevilla, Málaga o Saint Moritz (Suiza).

Por sus dibujos, ha conseguido pasar a formar parte de la Academia del Humor, y ha publicado libros como Humor agridulse o Con la voz de otros, una antología de viñetas publicada en 1993 por la editorial Presencia Gitana con el título original de Sat A Golé e Averés.

Publicaciones: La Codorniz, La Golondriz, Pueblo.