Pitagorín

Pitagorín fue el último de los personajes creados por Peñarroya para la Editorial Bruguera. La serie narraba las andanzas de un muchacho inventor, de buen corazón, que trataba siempre de ayudar a los demás. Gracias a sus conocimientos científicos y a su condición de superdotado, todo lo que se proponía le salía bien. Aunque sus descubrimientos fueran un éxito para él, las consecuencias del desarrollo de sus inventos no siempre acababan de la mejor manera para quien los utilizaba. Este pequeño genio de flequillo partido y sentencias infalibles no gustó demasiado a ciertos lectores, probablemente porque les parecía un repelente sabelotodo y a causa de las buenas intenciones de las historietas, que sonaban demasiado edificantes para ser divertidas.

Peñarroya mostró una vez más su trazo elegante y su buen hacer humorístico, consiguiendo que en los años setenta los niños de viva inteligencia recibieran el apodo de Pitagorín. Destaca el hecho de que el creador del personaje más perverso y con mala leche del universo Brugueriano, Don Berrinche (1948), fuera capaz al cabo de unos años de crear al protagonista más blanco y buen chaval de la editorial (Pitagorín).

Personajes

El padre de Pitagorín
Un hombre trajeado, dueño de un utilitario.

La madre de Pitagorín
Una ama de casa.

Pepito
Un niño “normal”, amigo del protagonista.

Pepón
Un chico grandullón de pocas luces que siente envidia de Pitagorín.

Pitagorín
Un niño muy formal que suele resolver las situaciones adversas gracias a su gran intelecto y a sus inmensos conocimientos.