Dátile

Nacido en Barcelona en 1921, de muy niño fue a vivir a Granada, y de ahí viene la confusión sobre su lugar de nacimiento ya que algunas fuentes citan Granada como su ciudad natal. En Granada vivió y estudió hasta el comienzo de la guerra, que pasó en el bando sublevado. Al terminar la contienda en 1939 era teniente provisional, pero siguió en la milicia y llegó al grado de coronel del ejército del aire como Jefe de la Oficina de Formación del Cuartel General del Aire, cargo que ejerció entre 1978 y 1982.

En 1954, Emilio Dáneo apareció en el periódico Ya con la firma de Dátile y un tipo de dibujo sobrio, con escasez de líneas y muchos espacios en blanco. El dibujante trabajaba con el número justo de personajes, que le servían como mera excusa para los textos, que a menudo eran más o menos costumbristas, redactados en un lenguaje preciso y en los que radica la esencia del chiste, ya que los dibujos son de escasos recursos artísticos. Tal vez por ese motivo raramente publicó dibujos sin palabras. A pesar de estas limitaciones, el humor de Dátile conectó rápidamente con los lectores, ya que se adaptaba a la realidad política del momento, a la línea editorial del periódico (editado por La Editorial Católica) y, sobre todo, a los gustos y pensamiento de los lectores. Sus seguidores, conservadores, por más que tímidamente desearan un cambio de régimen, también temían una ruptura precipitada y violenta durante la Transición. En 1975, año del cambio de jefe de estado, Ya era, junto con ABC, el periódico más leído en Madrid. Dátile, que al principio publicaba solamente unas viñetas en las páginas interiores, durante la etapa final del franquismo y hasta la desaparición del periódico tuvo un espacio importante titulado Ventana al día.

La segunda de sus colaboraciones relevantes fue en “la revista más audaz para el lector más inteligente”, definición que La Codorniz se daba a sí misma. Dáneo empezó a colaborar en la publicación en 1955, y permaneció hasta la desaparición del semanario en 1978. Estas largas estancias en ambas publicaciones denotan una aceptación popular que va mucho más allá de sus limitaciones artísticas, por más que la línea que seguía en La Codorniz le permitía realizar dibujos de un tono bastante más agresivo que los que publicaba en Ya.

Llevó a cabo otras colaboraciones en revistas como Balalaika y periódicos como Nuevo Diario, o incluso La Vanguardia. Durante su etapa militar también dirigió la Revista de Aeronáutica y Astronáutica publicada por el Ejército del Aire, para la cual también escribió varios artículos. Esta faceta de escritor lo llevó a publicar algunos libros sobre su profesión como Apuntes de fotografía aérea (1955), Aviones militares españoles (1986) o Historias de aviadores (2006).

Publicaciones: Balalaika, Humorismo Mundial, La Codorniz, La Vanguardia, Nuevo Diario, Revista de Aeronáutica y Astronáutica, Ya.