Cresques

Cresques es una serie atípica en el panorama de la historieta catalana. Surgida en 1973 como una serie cómica más en la revista Cavall Fort, tuvo una corta existencia de un par de años para reaparecer, casi quince años después (en 1989), totalmente transformada en una propuesta innovadora, metalingüística y vanguardista.

A partir de un marco referencial compartido con el lector como son las historias del género de piratas, un entorno narrativo consolidado por la literatura, el cine y el cómic, Joma propuso una serie que no solo parodiava los clichés de ese universo de ficción sino que convertía cada entrega en una reflexión sobre los mecanismos del lenguaje de la historieta y su relación con el proceso de descodificación llevado a cabo por el lector.

Icónica por su grafismo arriesgado, de trazo rápido y evanescente y pinceladas de color que a menudo se convierten casi en manchas, Cresques se plantea siempre al lector como una sorpresa permanente, un reto que Joma asume con ingenio y creatividad desmontando la página, jugando con los límites de las viñetas, el orden de la lectura, los bocadillos, los espacios entre las viñetas, las dimensiones del encuadre, la planificación o el montaje de la página.

Los códigos del lenguaje de la historieta se convierten en los verdaderos protagonistas de un auténtico metacómic, donde la indagación sobre los mecanismos sintácticos y semióticos del medio son presentados a través del humor y la irrupción del absurdo como descoyuntador de las situaciones que se plantean. De este modo, contrariamente a lo que podría creerse al hablar de una historieta con esta carga analítica y conceptual, Cresques se convierte en una propuesta siempre divertida, fresca, desconcertante, que hermana en un equilibrio difícil el análisis de un lenguaje con la creación de un universo humorístico regido por unas leyes propias.

La elección del mundo de los piratas como espacio referencial, es decir, de un mundo de ficción gobernado por unos códigos singulares e identificativos totalmente consolidados por la tradición y precisamente por eso inamovibles, se muestra como una elección magnífica para esta investigación. Del mismo modo que Calpurnio empleó el mundo cerrado y coherente del western para desarrollar su célebre metacómic Cuttlas (a pesar de que su reflexión tendía más al elemento gráfico que al sintáctico), Joma construye su mundo entre botellas de ron, arrecifes, islas y tesoros para ofrecernos una verdadera joya.