Sissi

En 1958, cuando la Editorial Bruguera decidió publicar una nueva cabecera dedicada a las lectoras juveniles españolas, los tebeos o revistas para chicas no eran una novedad en nuestro país. Revistas como BB (1920) o Florita (1949) o cuadernos como Azucena (1950) ya habían dado muestra del interés de los editores por esa parcela del mercado. Pero Sissi, que así se titulaba esta revista de Bruguera, aportaba algo más que simples modelos morales, pases de modas o narraciones sentimentales.

Por supuesto, Sissi no fue un título escogido al azar. Se trataba de recoger el éxito de la película Sissi (1955), que narraba, de forma sentimental y edulcorada, una parte de la vida de la princesa austriaca Isabel de Baviera. Bruguera había publicado en 1957 un álbum de cromos de la película, estrenada en España en 1956, y las buenas ventas de este producto aconsejaron la confección de una revista juvenil femenina.

En realidad, el plato fuerte de Sissi era el cine o, mejor dicho, las estrellas del firmamento cinematográfico del momento, casi todas hollywoodenses, pero también europeas y españolas. Cada número, siempre con cuatro fotografías en portada, relataba la vida de una de esas stars en fotos, acompañadas de textos sobre cine y secciones como En sesión privada, que ofrecía la ficha técnica de una película de estreno, el resumen y algunas fotografías de la misma. Había, también, secciones dedicadas al horóscopo, a la literatura, a la moda (Hablemos de trapitos), un consultorio sentimental o relatos románticos. También había historietas, alguna de “continuará”, por entregas, y otras completas. Eran historietas de grafismos realistas y destinadas a desarrollar algún que otro problema sentimental, bañadas siempre de melancolía y un cierto aire de relato con moraleja, atendiendo a las castas relaciones que en aquella España franquista y católica debían imperar entre hombres y mujeres.

Pero Sissi incluía también varias series humorísticas. Y ahí, ocultas en la teórica distancia con la realidad que proporciona la caricatura, se escondía un más que interesante retrato sociológico de la época. Algunos de los más avezados humoristas de Bruguera, como Nadal, Peñarroya, Jorge, Alfons Figueras, Iñigo o Segura, retrataban los problemas de los novios por encontrar un hogar (Maripili y Gustavito, todavía sin pisito, de Nadal), las desventuras de solteronas en busca de novio (Floripondia Ripipí se pirra por dar el sí, de Peñarroya, o Margarita Gautiérrez, la Dama de los Cabellos, de Jorge), las trifulcas de los matrimonios (Matildita y Anacleto, un matrimonio completo, de Nadal) o las desventuras de las “chicas modernas” (Piluca, niña moderna, de Segura).

El éxito inicial de Sissi favoreció la aparición de dos nuevas cabeceras. La primera fue Sissi Juvenil (1959-1967), cuya numeración sería continuada en 1970 por la revista Lily, y que tenía un planteamiento muy parecido al de su hermana mayor, con la excepción de incorporar una excelente serie femenina pero de aventuras, Lander’s School, realizada por Antonio Turnes y Manuel Cuyás. La segunda, Sissi Novelas Gráficas (1959-1963), utilizaba la historieta para publicar cómics románticos dibujados por historietistas tan destacados como Antonio García, Carrillo, Ángel Pardo, Francisco Darnís, Jaime Juez, Eugenio Giner, Buylla, Trini Tinturé, Carme Barbará o Montse Clavé.

Principales colaboradores: Ricardo Acedo, César Álvarez, Buylla, Carrillo, Montse Clavé, Rafael Cortiella, Enrique Fariñas, Alfons Figueras, Flores Lázaro, Miguel González Casquel, Iñigo, Jorge, Marge, Nadal, Francisco Ortega, Peñarroya, Armonía Rodríguez, Segura.

Series: Floripondia Ripipí, se pirra por dar el sí (Peñarroya), La traviesa Lulú (Marge), Margarita Gautiérrez, la Dama de los Cabellos (Jorge), Maripili y Gustavito, todavía sin pisito (Nadal), Matildita y Anacleto, un matrimonio completo (Nadal), Nuestra tía Enriqueta (Alfons Figueras), Piluca, niña moderna (Segura), Robertito y Elisenda, una pareja estupenda (Iñigo), Tere Mary y Pura (Segura).