Siguiendo con nuestra intención de recuperar exposiciones que creemos que son importantes y que, una vez descolgadas, quedan en catálogos o en la memoria, esta vez recuperamos una excelente muestra dedicada a uno de nuestros grandes pintores, ilustradores y humoristas gráficos, Cesc.
Esta muestra de 40 dibujos originales, producida por Gaboche Ars Gestio, en colaboración con la Fundación Gin y Humoristán, pudo disfrutarse entre el 2 de diciembre de 2016 y el 28 de enero de 2017 en la barcelonesa Llibreria Jaimes, con motivo de la publicación del libro Cesc (Amaníaco Ediciones y Gaboche Editorial), coincidiendo con el décimo aniversario del fallecimiento del artista y dentro de las actividades que conmemoraban el 75º aniversario de la citada librería.
En el terreno del humor gráfico, Cesc es una referencia absoluta. Su trazo evocador y su forma de ver e interpretar lo que nos rodea forman parte de agudas reflexiones, apuntes, reflejos de la vida cotidiana a los que Cesc imprimió una mirada muy personal y poética. El suyo es un humor que transgrede los géneros, que azuza a veces con ternura, otras con una profunda mirada crítica, en situaciones que van de lo cotidiano a lo social, pasando por lo político y, en general, por todos los ecos que transmite el acto de vivir. Esta muestra permite, además, disfrutar tanto del personal trazo de Cesc en blanco y negro como de algunas de sus obras en color, en las que destaca por la riqueza y singularidad cromática de su pincel.
Francesc Vila i Rufas (Barcelona, 1927-2006) era hijo de un gran pintor, ilustrador y dibujante, Joan Vila, que firmaba sus obras con el seudónimo de d’Ivori; de él, el propio Cesc reconoce que «fue el causante de que yo desde pequeño tuviera al alcance los lápices, los colores, los papeles y los pinceles»1. Su trayectoria, larga y muy fructífera, puede dividirse, como de nuevo el mismo Cesc destacó, «en tres etapas: una de los inicios, desde 1936 a 1952; otra del 52 al 89, marcada especialmente por el dibujo diario en prensa; y una tercera de 1989 hasta hoy, donde predomina la dedicación a la pintura»2.
Cesc publicó su primer dibujo cuando contaba tan solo 10 años, en la revista infantil Estel, en plena Guerra Civil. En 1942 estudió en la Escola Massana de Barcelona, donde aprendió una importante base artística y, en especial, la técnica del esmalte al fuego. Pero el joven Cesc quería ser dibujante. Y lo consiguió. Poco después de exponer sus acuarelas en Barcelona, inició una larga trayectoria como colaborador de la prensa diaria: Diario de Barcelona (1952-1962), Tele/eXprés (1964-1968), Avui (1976-1987) y Diari de Barcelona (1987-1989). Publicó en muchas revistas, algunas de información general o especializadas, como Momento, Gaceta Ilustrada, Serra d’Or, Tele-estel, Mundo, Revista musical catalana o Farmacia profesional; también en otras infantiles y juveniles, como Cavall Fort o L’Infantil/Tretzevents, y en muchas otras de humor o satíricas, como Hermano Lobo, Por Favor, Muchas Gracias, National Show, El Jueves o Titanic. En 1953 fundó y dirigió su propia revista humorística, ¡Tururut…!, en la que colaboraron algunos de los mejores humoristas gráficos y literarios del momento, y de la que se publicaron diecisiete números.
Su talento fue reconocido en todo el mundo, como lo evidencia el hecho de que sus trabajos fueran publicados en magazines franceses (Paris Match, Jours de France, Ici Paris, Le Rire y Constellation), británicos (Punch, Lilliput y Everybody’s), norteamericanos (Esquire, Harper’s y Evergreen) o alemanes (Playboy, Penthouse y Lui). Durante esta etapa publicó diversos libros, entre los que destacan: L’escombra-carrer, El Peó de camins (ambos de 1961), La florista (1962), La Costa Brava (con textos de Noel Clarasó, 1964), Mendigos de Cesc (1971), Desarrollo & desarrollados (1972), o L’autèntica història de Catalunya (con textos de Montserrat Roig, 1988). Siguió exponiendo sus dibujos y pinturas en toda Catalunya e incluso en EEUU y Venezuela; en 1986 fue objeto de una muestra antológica, «Cesc: Una història d’un país».
A partir de 1990, Cesc se dedicó más a su gran pasión, la pintura. Expuso sus trabajos en galerías y museos catalanes, en Palma de Mallorca y en Suiza, destacando otra exposición dedicada a toda su obra, «Cesc, consciència gràfica d’un país: de l’acudit gràfic a la pintura», celebrada en el Palau de la Virreina de Barcelona en 2001. Cesc continuó publicando libros con sus dibujos, como Guia de ciutadans anònims (con textos de Josep M. Espinàs, diseñado por Ricard Giralt Miracle, 1993), Scherzando (2002), Cesc, la força del traç (con textos de Toni Batllori, Joaquim Molas, Oriol Bohigas, Quim Monzó, Josep M. Espinàs, Baltasar Porcel y Perico Pastor, 2007), Todo va muy bien (2010), Totes les portades d’en Cesc publicades a Cavall Fort (publicado por la Fundación Gin en 2011), Cesc (Sin palabras) (2013) o Cesc (publicado por Amaníaco Ediciones y Gaboche Editorial en 2016).
En otros galardones, Cesc recibió el premio Il·lustrador d’Or de l’Associació Professional d’Il·lustradors de Catalunya (1994), la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya (1995), el Premio de Honor del II Premi Internacional Gat Perich (1997) o los premios FAD y Premsa en Català (2007). En 1999 fue escogido académico electo de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi de Barcelona.
Degusten, con calma, esta exposición, que es una pequeña muestra de la capacidad de Cesc para pintar, dibujar y ensoñar, de retratarnos como somos.
Un agradecimiento muy especial a Gaboche Ars Gestio por la cesión de las imágenes.
1 y 2. Retazos del discurso pronunciado por Cesc en su ingreso como académico electo de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, en 1999.