Cilla

Comenzó muy joven colaborando en diferentes revistas satíricas de la época. Se distinguió desde el principio por ser muy minucioso en las representaciones de sus caricaturas, siendo uno de los más prolíficos de su tiempo. Colaboró en varias publicaciones de ideologías muy diferentes, en algunas de ellas bajo seudónimo, como en El Matute, donde seguramente se escondía bajo el nombre de Chiflatis.

Sus personales “monos”, que algo tenían que ver con los ilustradores italianos de la época, se podían encontrar en semanarios tan dispares como La Filoxera (1880), La Caricatura (1880), La Broma (1883), La Jeringa (1887), y en las populares El Acabose (1883) y La Carcajada (1891), así como en una revista muy diferente por su formato y contenido, La Gran Vía.

Creó, para la publicación El Cesante (Madrid 1880), el personaje que le dio nombre. Aunque fue sin duda en Madrid Cómico donde más destacó, siendo su ilustrador principal y responsable del contenido artístico. Según su director, Sinesio Delgado, “Cilla era la mitad de la revista”. En sus portadas incluía sus “cabezones”, personajes de actualidad representados con la cabeza más grande y muy desproporcionada con respecto a un cuerpo algo diminuto. Debajo de estas figuras siempre había un verso ripioso lleno de intención escrito por el mismo Sinesio Delgado. Cilla creó un estilo personal que luego sería muy imitado en España y fuera de nuestro país.

Publicaciones: Barcelona Cómica, Blanco y Negro, El Acabose, El Cencerro, El Cesante, El Matute, El Mundo Cómic (1ª época), España Cómica, Gente Menuda, La Broma, La Carcajada, La Caricatura (2ª época), La Esfera, La Filoxera, La Gran Vía, La Hormiga de Oro, La Jeringa, La Semana Cómica, Madrid Cómico, Pulgarcito (1ª época).