En Humoristán queremos rendir homenaje a Forges, el genio del humor gráfico recientemente fallecido. Antonio Fraguas (1942-2018) fue, junto con Chumy Chúmez y Ops (El Roto) en Madrid y Cesc, Perich e Ivà en Barcelona, un autor que representó con sus dibujos el espíritu contestatario contra todo tipo de censura en el tardofranquismo y en la transición. Desde unos postulados claramente humanistas logró erigirse en la consciencia crítica de más de una generación de lectores gracias a una obra inteligente, popular y próxima.
Forges inventó un lenguaje personal. Creó, con unos personajes que navegaban entre el surrealismo, el mundo del absurdo y el costumbrismo, un universo propio totalmente original. Su grafismo fácilmente reconocible y su capacidad de saber conectar con el público lograron el milagro de que sus viñetas trascendieran el pequeño círculo de los lectores de prensa y de los aficionados al humor gráfico. En el dibujo que se publicó el mismo día de su muerte, constató su respeto y estimación por sus seguidores, con su firma: «Os quiero, afirmo».
Los personajes emblemáticos de Forges se constituyeron en seres entrañables para los lectores y eran un instrumento perfecto para mostrar la visión de la sociedad del dibujante. Entre los más populares podemos destacar a Mariano y a su mujer Concha, al que Correos le dedicó un sello, las beatas de pueblo, los náufragos perdidos en una isla desierta, los funcionarios, los políticos corruptos, la pareja que habla en la cama, el hijo pijo e inútil, los banqueros o los indios del Far West.
A un autor que se le calculan más de 80.000 viñetas publicadas, unos treinta libros con su firma, dos películas como director, cuatro series humorísticas para la pequeña pantalla, cientos de intervenciones en programas de radio y televisión y premios de toda índole, no se le puede resumir fácilmente. Esta muestra parcial de su trabajo solo puede ser un modesto recordatorio y un homenaje a la figura del gran maestro del humor gráfico que nos ha dejado.