Uhu y el niño Prudencio

Uhu y el niño Prudencio fue una historieta publicitaria muy conocida durante los años sesenta. Esta serie fue un encargo de Nueva Línea, una agencia de publicidad propiedad de Editorial Bruguera, en el que Francisco Ibáñez tenía que demostrar las habilidades del pegamento Uhu como adhesivo rápido. El niño Prudencio, siempre lleno de buenos sentimientos, paseaba por la calle con su búho (“Uhu” en alemán). El pájaro era el administrador del pegamento para solucionar los problemas y conflictos con los que se encontraban nuestros protagonistas, sea en la calle o en el campo.

Aunque alguna vez el pegamento Uhu servía para hacer alguna broma pesada, normalmente su utilización estaba indicada para castigar a conductores que corrían demasiado por la ciudad o a motoristas que hacían mucho ruido o para detener a toda clase de gamberros y ladrones. Los habituales trompazos que dibujaba Ibáñez, llenos de hallazgos gráficos, perdieron su fuerza cuando más adelante las historietas fueron dibujadas por otros autores como Martínez Osete o Bernet Toledano, que se encargaron de continuar la serie hasta su desaparición en 1969.

Personajes

Prudencio
Prudencio, como su nombre indica, es un niño muy prudente y de buenas maneras que controla las gamberradas de su mascota, el búho Uhu.

Uhu
Uhu, el búho, símbolo de la empresa alemana, un animal travieso que utiliza el pegamento para hacer algunas trastadas.