La Saeta

Origen: 1890

Desaparición: 1910

Numeración: Del número 1 al 775 (?)

Medidas: 27 x 18,5 cm.

Formato: Revista

Editor: Pedro Motilba (1890-1902), Roman Gil (1902- )

Idioma: Castellano

País: España

Periodicidad: Semanal

Enlaces: Tebeosfera, The Creative Riot #padresdeldiseño,

Bibliografía:

Solà Dachs, Lluís. Papitu i les publicacions eroticosicalíptiques del seu temps. . Ed.Duxelm. Barcelona. 2008

VV.AA.. Psicalíptics. Erotisme i transgressió a les revistes il·lustrades del principi del segle XX. . Museu d'Art de Sabadell. Sabadell. 2004

La Saeta

A finales de 1890 Pedro Motilba, propietario de un quiosco en la Rambla del Mig de Barcelona, editó La Saeta, que se definía en su subtítulo como “Periódico semanal, festivo, literario e ilustrado”. Tenía 16 páginas y se vendía a 20 céntimos el ejemplar. El director era V. Suárez Casañ, y Daniel Ortiz constaba como director literario. En 1902, el editor Román Gil (con domicilio social en la calle Balmes nº 56 de Barcelona) adquirió el semanario.

La publicación se enmarcaba en el género llamado sicalíptico, es decir, recurría a textos eróticos o picantes, con gran uso del lenguaje de doble sentido, y a ilustraciones protagonizadas por mujeres con poca ropa. Las playas, los dormitorios y los camerinos eran escenarios habituales, ya que entonces ellas podían aparecer en traje de baño, déshabillé o a medio vestir. Los escritos corrían a cargo de Joaquín Arqué, José Cabello, Ángel Caamaño, Pablo de Segovia, Juan Buscón (seudónimo del periodista Ezequiel Boixet) y otros. Los responsables de la parte gráfica, principalmente radicados en Madrid, donde publicaban la mayor parte de su producción, estaban encabezados por Ramón Cilla. Escritores y dibujantes no firmaban a menudo sus obras, o lo hacían bajo seudónimo pues la participación en revistas galantes no estaba generalmente bien vista. Así, el semanario satírico catalanista La Tralla, en su número 37 del 8 de julio de 1904, bajo el título Els embrutidors, decía: “Aquests són els col·laboradors dels periòdics guasones y festivos com Rojo y verde, La Saeta, Piripitipí i porqueria per l’estil. Són els que en sa majoria, incapaços de guanyar-se la vida honradament amb la suor de son front, o amb la força de llur intel·ligència, els que faltats de coneixement per a poder capir l’asquerós crim que cometen, exploten miserablernent la incultura i la immoralitat (...). Sí, és com he dit, un crim el contribuir per medi d'aquests xorcs i immorals escrits publicats en els esmentats periòdics a l’esclavitud que sofreix l'home i el qui més l'obrer, per causa del vici de la incultura i les males passions” (“Estos son los colaboradores de los periódicos guasones y festivos como Rojo y Verde, La Saeta, Piripitipí y porquerías por el estilo. Son aquellos que en su mayoría, incapaces de ganarse la vida honradamente con el sudor de su frente o con la fuerza de su inteligencia, los que, faltos de conocimiento para comprender el asqueroso crimen que cometen, explotan miserablemente la incultura y la inmoralidad. (...) Sí, es, como he dicho, un crimen el contribuir por medio de estos yermos e inmorales escritos en los periódicos mentados a la esclavitud que sufre el hombre, el obrero el que más, por causa del vicio de la incultura y las malas pasiones”).

La portada de La Saeta, no obstante, era formal, casi siempre monopolizada por el retrato respetuoso de una artista o una cantante. A la vez, existieron colaboraciones serias como una ilustración de Xavier Gosé en el número del 13 de octubre de 1898.

Principales colaboradores: Ramon Cilla, Filemón, Joaquín Xauradó, Federico Mazotta, Juan Costa, A. R. Bosch, Josep de Passos.

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