Lollam

Con 14 años entró como administrativo en la editorial Baguñà, que publicaba el semanario infantil En Patufet y que estaba relacionada con otra empresa, Unión de Fotograbadores, para la que trabajaba su hermano Lluís. Al igual que él, pronto demostró su afición por el dibujo humorístico y empezó a publicar en la citada revista para niños así como en sus suplementos Virolet i Esquitx, donde utilizó el pseudónimo Lollam (su primer apellido invertido) para distinguirse de su hermano.

Practicó un humor en el que el texto se basaba muchas veces en el absurdo, combinado con un dibujo que basculaba entre la caricatura y la expresión formal descriptiva de los ambientes burgueses. Su máxima vocación era, sin embargo, la pintura de caballete. Alumno en la Escuela de Bellas Artes La Llotja de Barcelona, tuvo como profesores a Fèlix Mestres y Ramon Calsina. Este último le transmitió un estilo figurativo de factura moderna. En 1938, en plena Guerra Civil española, concurrió a la Exposició de Tardor de Pintura y, por decisión unánime del jurado, obtuvo el premio Isidre Nonell. En Patufet (número 1797 del 01-10-1938) le dedicó un gran elogio y destacó, bajo el titular És un de casa (“Es uno de casa”), que “en Lollam, fill de la família d’En Patufet, ha dut a casa nostra l’alegria del seu èxit, ens ha fet sentir la satisfacció del fill o del germà que sabem afalagat pel triomf del seu esforç. (...) Aquell dibuixant incipient, aquell ninotaire rialler que ens encomanava la seva alegria, ara se’ns ha presentat com un pintor seriós, decidit i valent que ja gusta els honors de la glòria. I com que nosaltres coneixem la seva humilitat, com que li sabem la seva modèstia, no podem menys d’expressar-li la nostra admiració i de demostrar-li l’estimació que ara i sempre li hem tingut en aquesta casa” [“Lollam, hijo de la família de En Patufet, ha traído a nuestra casa la alegría de su éxito, nos ha hecho sentir la satisfacción del hijo o hermano al cual sabemos halagado por el triunfo de su esfuerzo. (...) Aquel dibujante incipiente, ese dibujante de monigotes risueño que nos contagiaba su alegría ahora aparece como un pintor serio, resuelto y valiente que ya saborea los honores de la gloria. Y como nosotros conocemos su humildad, y conocemos su modestia, no podemos menos que expresarle nuestra admiración y demostrarle el aprecio que ahora y siempre le hemos tenido en esta casa.”].

Después de la guerra centró su actividad en la pintura, obteniendo destacados triunfos.

Publicaciones: En Patufet, Virolet, Esquitx.