Adam

Joan Colom formó parte, como pintor, del grupo novecentista Les Arts i els Artistes. Como dibujante firmaba como Adam en el Papitu de la primera época, en la que se pusieron de moda los pseudónimos bíblicos.

Fue también un destacado pintor de paisajes. Vivió en Mallorca durante largas temporadas, e inmortalizó sus rincones al óleo (aunque también se dedicó a la acuarela). Fue un gran especialista en el arte del grabado, especialmente en la técnica del aguafuerte. De muy joven viajó a la antigua provincia Fernando Poo en la Guinea española, de donde regresó enfermo, y también viajó a Madrid, Roma y París, donde vivió durante algún tiempo en 1912. En Barcelona realizó originales para las publicaciones D’Ací i d’Allà, Jordi, Iberlia, Picarol y Olaro (1921) o Los viajes de los apóstoles (1922).

En 1929 expuso con gran éxito en la Sala Parés de Barcelona. También realizó varias muestras en el extranjero (en ciudades como Londres, Venecia o Pittsburg). Ese mismo año fue el responsable de decorar uno de los salones del Palacio Nacional de Montjuïc para la Exposición Internacional.

Durante la Guerra Civil realizó diversos carteles, y fue uno de los pioneros de la nueva técnica del fotomontaje. También tuvo tiempo de ilustrar el libro L’Ermità Maurici, de Roig i Raventós. Después de la guerra se dedicó exclusivamente a la pintura, y mantuvo una vida recluida en su pueblo natal, donde murió a los 90 años.

Su estilo de dibujo era de líneas cerradas, y muy detallista. Sus ilustraciones, llenas de vigor, exhibían un completo dominio del trazo. Solía trabajar con líneas de tinta gruesas y contundentes. No se sabe si era él mismo el autor de sus propios pies de dibujo o se los ponían en la redacción, como sucedía con muchos otros dibujantes de la época.

Publicaciones: Cuca Fera, D’Aci, d’Allà, Iberia, Jordi (1a època), La Mainada, Papitu, Picarol, Revista Nova