Suele decirse que TBO no era una revista de series. Más allá de Los grandes inventos de TBO o La familia Ulises, que son las más clásicas, se suelen citar de complemento otras como Melitón Pérez, Eustaquio Morcillón y Babali, Josechu «El Vasco» o Altamiro de la cueva, pero pocas más.
La realidad es que a lo largo de su historia, TBO publicó muchas series, solo que, en comparación con otras revistas de humor infantiles o juveniles (como las de Bruguera), bastantes menos. Y es que TBO era una publicación donde podías encontrar muchas cosas: secciones de textos, historietas sin protagonistas fijos, series, chistes, ilustraciones y secciones gráficas. Durante su historia, TBO mantuvo su disparidad de contenidos, haciendo de ellos un sello de su propia personalidad. Pero en 100 años pasaron muchas cosas y, en efecto, TBO fue también una revista de series con personajes fijos.
La realidad es que muchas de ellas fueron relativamente breves, pero también es cierto que algunas, aunque más longevas, cayeron en el olvido. Y también es posible que la fuerza, popularidad y potencia de la sección de los grandes inventos y la saga de los Ulises eclipsara el resto de series y secciones. Pero como TBO tuvo muchas series, algunas de ellas muy populares aparte de las mencionadas, esta exposición se propone, por un lado, ofrecer las más evidentes y conocidas y, por el otro, recuperar algunas que el tiempo parece haber dejado en el olvido.
No están todas las que fueron, pero sí son todas las que están. Son grandes series de TBO.
LOS GRANDES INVENTOS DE TBO
Inicio: TBO, n.º 146 (Editorial Buigas, 1920).
Finalización: TBO, n.º 105 (Ediciones B, 1998).
Autores: Urda, Tínez, Serra Massana, Nit, Méndez Álvarez, Sabatés, Benejam, Ricard Opisso, Forton, Alfred Opisso, Batllori Jofré, Grau, F. Tur, Blanco y Sabatés.
En esencia, se trata de invenciones caseras más o menos complejas habilitadas para facilitar la cotidianeidad. De su popularidad habla el hecho de que durante muchos años en la calle se decía «¡Esto parece un invento del TBO!» para referirse a algún extraño artilugio. En 1935 nació el personaje del profesor Franz de Copenhague, que acabó por convertirse en el presentador de Los grandes inventos de TBO.
Dos de sus autores, Nit y Sabatés, eran peritos mecánicos. Sabatés incluso materializó algunos de sus inventos y demostró que podían funcionar.
DE TODO UN POCO
Finalización: TBO 2000, nº. 2.497 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 1982).
Autores: Tínez, Rapsomanikis, Serra Massana, Nit, Díaz, Opisso, Albert Mestre, Urda, Antares, Benejam, Pere Olivé, Sirvent, Bernet Toledano, Enrique de Obregón, Rosa Segura y Urbis.
Junto a Los grandes inventos de TBO, fue la sección más longeva de la revista. Haciendo honor al título, se trataba de una página (situada siempre en la penúltima de la revista) llena de breves textos y pequeñas ilustraciones, en las que se podían encontrar chistes, relatos y narraciones cortas, textos culturales o anecdóticos y adivinanzas, e incluso algún pequeño texto autopromocional de TBO. Era, en efecto, una página muy densa, con los textos tipografiados, que necesitaba de un buen rato de lectura. En 1943 empezó a realizarla Urda, que fue quien se responsabilizó de ella hasta 1972. Urda, aparte de dotar la sección de varios de sus logotipos, la dotó de una personalidad muy acusada.
1 Este número es el primero en el que hemos encontrado la sección, pero debemos decir que no hemos podido localizar los números 253 a 257 de TBO, por lo que es posible que, en realidad, apareciera por vez primera en alguno de ellos.
VISIONES DE HOLLYWOOD
Finalización: TBO, tercera época, n.º 619 (Buigas, Estivill y Viña. S. L., 5 de septiembre de 1969).
Autores: Joaquim Buigas, Rapsomanikis, Matico, Antares (Artur Llorens), Albert Mestre, Díaz, Ayné, Liza (Teresa Maria Pons) y Mary (Maria Urda).
Sección que pasó por cuatro etapas. En la primera (1935-1937), se narraba la vida personal y profesional de actores y actrices de Hollywood, con datos no del todo fiables, ya que eran facilitados por las productoras, que solían maquillar las biografías. La segunda (1945-1963) sigue esta senda, pero aporta biografías de estrellas españolas y europeas, indicando siempre la edad de los protagonistas. En la tercera (1963-1969) y cuarta etapa (1969) se apostó por una miscelánea de noticias sobre el mundo del cine.
MELITÓN PÉREZ
Finalización: TBO, tercera época, n.º 660 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 19 de junio de 1970).
Autores: Benejam y Carles Bech.
De Melitón Pérez el lector sabrá muy pocas cosas. No parece un hombre con relación laboral alguna, y casi siempre está paseando y protagonizando gags prácticamente mudos. El protagonista es un hombre bajito, bien vestido, con su sombrero hongo, traje y un bastón (que perderá pronto) y cara de viandante atónito.
En sus peripecias evidencia su buen talante, mostrándose en ocasiones como una persona muy despistada e ingenua, en otras bastante astuto, e incluso incapaz, por muy buenas intenciones que tenga, de ayudar al prójimo. Los gags se mueven siempre entre el costumbrismo y el humor absurdo.
LA FAMILIA ULISES
Finalización: TBO 2000, n.º 2.364 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 28 de diciembre de 1979); segunda etapa iniciada en TBO, n.º 9 (Ediciones B, octubre de 1988) y finalizada en TBO, n.º 62 (Ediciones B, marzo de 1993).
Autores: Joaquim Buigas, Benejam, Tínez, Carles Bech, Blanco, Salvador Mestres, Víctor Mora, Esegé, Cera, Josep Renalias y Alfonso López.
Don Ulises Higueruelo (el padre), doña Sinforosa (la madre), doña Filomena (la abuela) y Lolín, Merceditas y Policarpito (los hijos) conforman la familia Ulises, los personajes más populares de TBO. Ambientada en Barcelona, se trata de una de las mejores series costumbristas de la historieta española. Utiliza un tono jocoso de tendencia cotidiana, pero sobre todo sabe reflejar las vivencias y miserias de la clase media española, evolucionando con los años y siguiendo el perfil social de la misma (adquisición de televisión, coche o electrodomésticos, salidas al campo, veraneos, segunda residencia, etc.).
ANGELINA Y CRISTÓBAL
Finalización: Almanaque Humorístico TBO para 1970 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., diciembre de 1969).
Autor: Muntañola.
Ella, Angelina, es una mujer madura, alta y grande, con sobrepeso; él, Cristóbal, es un hombre también maduro, bajito y pequeño, muy ligero. Ambos conforman un matrimonio estable que no se separa ni a sol ni a sombra, y que parece vivir en forma acomodada (tienen hasta sirvienta), aunque poco o nada sepamos del oficio de Cristóbal (Angelina ejercía las labores de su hogar, con asistentas, claro). En todo caso, parecen disponer de mucho tiempo libre, porque siempre se los ve en la calle, paseando, comprando, chafardeando, o en el campo y en la playa.
EUSTAQUIO MORCILLÓN Y BABALI
Finalización: TBO, tercera época, n.º 497 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 5 de mayo de 1967).
Autores: Joaquim Buigas, Benejam y Carles Bech.
Morcillón es el cazador blanco; Babali es un indígena africano que es tan estrella de esta saga como el primero. El trabajo de Morcillón consiste en cazar animales para circos y zoos, en una serie que hay que situar en su contexto histórico: el espíritu colonialista del siglo XX y el tratamiento de la raza negra como seres inferiores necesitados de la civilización occidental. De ahí que Babali aparezca como un personaje servicial, ingenuo y cobardica, aunque en muchas ocasiones sea él quien acabe por salvar la vida de Morcillón.
LOS NÁUFRAGOS, AUTOMOVILISTAS Y DESIERTOS DE COLL
LOS KAKIKUS
Inicio: TBO, tercera época, n.º 151 (Ediciones TBO, 1957).
Finalización: TBO, tercera época, n.º 691 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 22 de enero de 1971).
Autor: Blanco.
Los Kakikus fue una serie muy peculiar y bastante ajena a la filosofía de TBO. El planteamiento general es muy simple; se trata de un tema tratado en muchos de los tebeos de humor del siglo pasado: los exploradores blancos como dieta para las tribus caníbales africanas. Pero Blanco lo convierte en una apuesta personal, tanto en el tratamiento del tema como en su resolución estética. Los Kakikus aparecen como una tribu inteligente, con un sentido del humor muy peculiar y una notable base democrática. Los blancos son personajes inocentes, ambiciosos o sencillamente insulsos. No hay ni buenos ni malos; la cuestión es muy sencilla: los Kakikus necesitan cazar para comer.
JOSECHU «EL VASCO»
Finalización: TBO 2000, n.º 2.232 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 7 de mayo de 1977).
Autores: Muntañola y Carles Bech.
Es un hombre noble, forzudo, directo, inocente, sociable, bonachón, rústico, sentimental y vasco, para más señas. Responde a algunos de los tópicos de la personalidad de la gente del País Vasco, hasta el punto de que viste con uno de sus trajes típicos: chapela, camisa y pantalones blancos, faja roja en la cintura y albarcas en los pies. Es, pues, el único personaje de TBO (si exceptuamos a los Ulises, que eran catalanes) que pertenece claramente a un lugar específico de nuestra geografía.
MARIBEL ES ASÍ
Finalización: TBO 2000, n.º 2.040 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 21 de septiembre de 1973).
Autora: M.ª Ángeles.
Publicada en formato de tira vertical, Maribel es así venía, de alguna manera, a aportar un halo de modernidad a TBO. De hecho, algo de eso tiene, entre otras razones porque su autora, M.ª Ángeles (hija de Ramón Sabatés) contaba solo con 17 años cuando empezó a publicarla; por tanto, la serie refleja de alguna manera el mundo de la adolescencia. Maribel es en efecto una adolescente que todavía va a la escuela, un colegio o instituto en el que todas las alumnas llevan el mismo y recatado uniforme. El universo de la protagonista, empero, se concreta en el de la clase más bien burguesa, entre otras razones porque Maribel suele vestir a la última moda, comprar discos, montar fiestas con sus muchas amigas o ir a la ópera con sus padres.
Publicación TBO (1952-1972) 1964
Publicación TBO (1952-1972) 1965
Publicación TBO 2000 1973
ALTAMIRO DE LA CUEVA
Finalización: TBO 2000, n.º 2.265 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 27 de enero de 1978).
Autores: Bernet Toledano y Carles Bech.
Bech plantea en esta serie ambientada en la Edad de Piedra una sociedad tribal de homo sapiens perfectamente organizada. Y es que el universo de Altamiro es plácido; no hay excesivos encontronazos con animales antediluvianos o tribus enemigas, y han aprendido a utilizar animales de granja o de labor para sus propios fines. Altamiro empieza siendo una especie de artista bohemio, pintor, escultor, decorador de interiores, que poco a poco va revelándose como un hombre ingenioso, capaz de generar inventos que hacen la vida más atractiva a toda la tribu.
JOAQUINETE Y SU CHUPETE
Finalización: TBO, tercera época, n.º 757 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 28 de abril de 1972).
Autores: Ayné y Carles Bech.
Cuentan las crónicas que Joaquín era el nombre de uno de los hijos de Albert Viña, y de ahí surgió el nombre de este personaje. Sea como sea, Ayné empezó Joaquinete y su chupete con el subtítulo de Historieta para niños pequeñitos, pero pronto pasó al más adecuado de Aventuras de un niño prodigio. Porque eso es lo que es Joaquinete: un sabiondo, un pitagorín, un niño avispado que tiene conocimientos absolutamente de todo, y que tanto es capaz de escribirle un discurso a un catedrático como de componer una música exquisita.
ANA-EMILIA Y SU FAMILIA
Finalización: TBO 2000, n.º 2.053 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 21 de diciembre de 1973).
Autora: Isabel Bas.
Isabel Bas ya era una creadora con experiencia cuando empezó a colaborar en TBO (cuadernos de hadas, Editorial Bruguera, L’Infantil - Tretzevents). Lo primero que hizo fue, precisamente, esta serie, un encargo que Bas supo resolver con muy buen oficio. Ana-Emilia (a quien todo el mundo llama Ana) vive en una familia compuesta por sus padres, su abuelo materno y su perro Bolita. Es una niña de unos 6 años bastante despabilada y algo traviesa (sin excesos), que se mueve exclusivamente entre gags hogareños de humor sencillo y tierno.
LOBITO CAN
Inicio: TBO 2000, n.º 2.009 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 16 de febrero de 1973).
Finalización: TBO 2000, n.º 2.332 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 18 de mayo de 1979).
Autor: Sirvent.
Sirvent explica así cómo era Lobito Can: «[…] un lobo vegetariano hijo de padre zorro y madre loba, que vivía en el Pirineo y que tenía como amigos y amigas a nubes, copos de nieve, estrellas, flores y un minúsculo satélite de la Tierra con la órbita tan baja que iba tropezando con árboles, rocas y lobos; fue en un tropiezo con el cogote de Lobito cuando se conocieron y se hicieron amigos». Como pueden comprobar, Sirvent utiliza el surrealismo como eje fundamental de su particular visión del humor. Lobito Can, que con este título o con el de La vida insólita de Lobito Can habitó durante seis años en TBO 2000, es un personaje en efecto insólito: tierno, amante de la naturaleza, pacífico, vegetariano (lo que ya por sí solo lo convierte en un lobo singular) y abierto a la imaginación y la poesía que podría ofrecerle su vida en las montañas.
HISTORIAS DE TV
Inicio: TBO 2000, n.º 2.095 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 11 de julio de 1974).
Finalización: TBO 2000, n.º 2.302 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 20 de octubre de 1978).
Autor: Cubero.
Cubero realizó muchas parodias televisivas para TBO 2000, pero no todas, ni de lejos, estuvieron englobadas en el título digamos mayoritario de la serie, Historias de TV. Incluir una sección como esta fue una buena idea, y escoger a Cubero todavía más, aunque de alguna manera su experiencia en este terreno lo convertía en el autor ideal. Las parodias de Cubero no eran (porque no podían serlo en TBO 2000) ácidas, pero, aunque amables, tenían en ocasiones un puntito de mala leche que las convertía en una de las mejores secciones de la revista. Cubero poseía una habilidad especial para la caricatura, y si a ello unimos un dibujo dinámico y unos diálogos a veces chispeantes, evidenciaremos el éxito de esta sección.
LETRAS, NÚMEROS Y CÍA.
Finalización: TBO 2000, n.º 2.170 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 19 de marzo de 1976).
Autor: Rigol.
Cuando llegó a TBO 2000 a mediados de los años setenta, Francesc Rigol Alsina (1940-2010) ya era un profesional del dibujo con diez años de experiencia. Su grafismo, sencillo pero no simple y muy efectivo, empezó a aparecer en algunas tiras, hasta que concibió la serie Letras, números y Cía., publicada a una página entera. Situada en la penúltima página de la revista, era una saga muy particular, con un cierto tono didáctico pero muy adecuada para los lectores más menudos. Rigol inventó un universo en el que convivían letras, números y otros signos de puntuación que, como el autor advierte en la primera entrega, salen de los libros aprovechando las vacaciones escolares de sus jóvenes lectores. Entre la poética y el humor absurdo, Rigol compone unas excelentes páginas donde cada letra o número posee personalidad propia.
HISTORIAS DEL FORT-BABY
Finalización: TBO 2000, n.º 2.247 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 23 de noviembre de 1977).
Autores: Sirvent (guion) y Tha (dibujos).
EUA, 1859. El argumento gira en torno a un destacamento del ejército norteamericano, Fort-Baby, asediado desde hace dos años por una tribu de indios. Podría parecer que hablamos de un wéstern al uso, pero nada más lejos de la realidad. Se trata de una serie de humor surrealista, en la que los días para batallar son siempre los jueves, el castigo favorito del Mayor hacia sus subordinados es mandarlos a contar buitres al desierto, y los indios, siempre más ingeniosos, son quienes se llevan el gato al agua.
LA HABICHUELA
Finalización: TBO 2000, n.º 2.318 (Buigas, Estivill y Viña, S. L., 9 de febrero de 1979).
Autores: Bigart (Joan Tharrats), Esegé, Mir, Sirvent y Tha (con la colaboración de Pelai).
Se autodefinió como «La página loca de TBO», y no era para menos. Era una sección de humor, pero un humor surrealista, absurdo, rompedor, que necesitaba de la complicidad del lector. Era como un juego, un puzle artístico-literario cohesionado por una filosofía muy determinada. Había chistes, tiras, textos, subsecciones, anuncios por palabras, fotografías y hasta un galardón para los lectores, el Premio Habichuela, que consistía en la entrega de una «hermosa, vitamínica y reluciente habichuela» para los autores de aquellos dibujos que fueran publicados en esta sección.
¡HALA, HALA, A MOGOLLÓN… CON LA FAMILIA ROVELLÓN!
Finalización: TBO, n.º 90 (Ediciones B, julio de 1995).
Autores: Francisco Pérez Navarro (guion) y Sempere (dibujos).
Aunque parte de una especie de actualización de los miembros de la familia Ulises, esta serie aportó desde el inicio una visión muy distinta de estos personajes. Los hijos menores, por ejemplo, son una punk y un informático. Sus autores juegan con los arquetipos clásicos para aportar una lectura moderna tanto del entorno familiar como de la realidad social del momento. La serie concede un protagonismo especial a diversos enclaves de la ciudad de Barcelona. Por su larga trayectoria en el TBO de Ediciones B y su calidad, fue la más destacada de aquella revista.