La exposición «Humor gráfico catalán en tiempos difíciles» se pudo ver del 5 de abril al 6 de mayo de 2018 en la Sala de Exposiciones de la Fábrica del Humor en Alcalá de Henares. La muestra fue organizada por el Instituto Quevedo de las Artes del Humor de la Fundación General de la Universidad de Alcalá y por la Fundación Gin (Humoristán), y comisariada por Jordi Riera Pujal. Agradecemos la generosa colaboración de los autores representados en esta exposición.
Hace cien años el filósofo Francesc Pujols aseguró que los catalanes, al ser hijos de la tierra de la verdad, tendrían todos los gastos pagados a donde fueran. La profecía no parece haberse cumplido de momento. Pero rindiendo un homenaje al escritor y filósofo, hemos querido reunir «las verdades» gráficas del género del humor de los mejores profesionales del medio nacidos en Catalunya o muy vinculados a ella.
Barcelona, ya desde el lejano Sexenio Democrático (1868-1874), se constituyó en uno de los principales centros editores de la prensa humorística y satírica del país. A lo largo de la historia han brillado nombres de dibujantes como Apel·les Mestres, Cornet, Apa, Junceda, Opisso, Castanys, Escobar, Muntañola, o los más recientes Cesc, Perich o Ivà.
Esta muestra pretende mostrar el talentoso trabajo de la formidable generación de autores que publica actualmente. Las viñetas, mayoritariamente escogidas por los dibujantes, dan muestra de una gran riqueza de estilos gráficos, de una variada diversidad de opiniones y de las distintas formas de abordar el género del humor. Los formatos que lo plasman son también variados y van desde el chiste gráfico hasta el cómic, pasando por la caricatura y la tira humorística.
Los dibujantes están conectados con la realidad, nos la muestran como si fuera una crónica sintetizada y nos la interpretan. Obviamente, el momento políticamente complicado que vive la sociedad catalana está presente en muchas de las viñetas expuestas, pero también lo están muchos otros temas sociales o existenciales.
Los profesionales del sector están viviendo momentos muy difíciles, aparte de los temas judiciales. Muchas cabeceras han renunciado a mostrar humor gráfico en sus páginas por temas económicos. Otras pagan muy poco por esas colaboraciones. Actualmente cualquier persona puede colgar una viñeta de un dibujante en las redes sociales sin pensar en los derechos del autor. El hecho da repercusión a la viñeta, pero contribuye también a la peligrosa percepción de muchas personas de que no es necesario pagar a los dibujantes por su trabajo, y eso complica el futuro de la profesión.